El lunes, 15 de febrero, como es público y notorio, se produjo una inundación que afectó fuertemente a las viviendas de la zona sur de la Urb. Cortijo Blanco, sobre todo al conjunto residencial Los Pinos. Bien sabemos que las precipitaciones abundantes de estos últimos días han provocado no sólo en San Pedro, sino en todo el término municipal e incluso en el ámbito regional graves problemas de inundaciones. Pero en el caso particular que tratamos queremos denunciar que probablemente el daño causado en las viviendas y enseres de los vecinos del Cortijo Blanco se podría haber evitado.
Parece claro que aquellos que diseñaron, construyeron y dieron el permiso de obra son responsables de lo ocurrido, nos referimos por supuesto a la constructora y al Ayuntamiento de Marbella. No haber previsto lo evidente, es decir que una crecida del río Guadaíza podría provocar que el puente se constituyese como una barrera del agua, lo que a la postre originó que se anegasen las zonas adyacentes, nos parece muy grave. Aunque puede que la ineptitud de los técnicos tuviese algo que ver con lo que denunciamos en este comunicado, y es que en principio estaba previsto en los presupuestos municipales un gasto de 150.000 € para ejecutar la obra del puente, y en el Pleno celebrado el día 29 de mayo se procedió a reducir ese importe hasta los 50.000€. Pensar que esta merma del gasto ha repercutido en la calidad y ejecución de lo construido es de todo punto lógico.
La provisionalidad de los dos puentes sobre el río Guadaíza construidos durante el periodo de Gobierno del PP, ineficaces y peligrosos en cuanto llueve más de lo normal, contrasta con el gasto efectuado en la pasarela de río Verde (800.000 €), publicitado a bombo y platillo. Lo que nos obliga a criticar, desgraciadamente una vez más, el escaso compromiso del PP con la zona de San Pedro y Nueva Andalucía, donde cada vez que se acomete un proyecto o se dilata en el tiempo o es una chapuza para salir del apuro del momento, como se corrobora en la presente denuncia. Creemos que más le valdría a nuestros gobernantes municipales plantearse un orden de prioridad en las obras de infraestructuras que se realizan en nuestro término, en muchos casos realizadas con fondos estatales o autonómicos, para que la mayoría de los sampedreños no tuviésemos la sensación de ser los últimos en recibir lo que nos corresponde, pese a contribuir como todos a la Hacienda municipal.